Resultados / Conclusión
Desde el mes de marzo se han entregado las recomendaciones a un total de 24 pacientes y cuidadores, lo que representa un 80 % de las altas por mejoría en el proceso ICTUS. Se recogen 11 dimensiones: Aseo, vestido, movilización, alimentación, secreciones, comunicación, percepción, descanso, barreras arquitectónicas, ocio y sexualidad.
Ante esta enfermedad crónica que modifica las relaciones familiares, laborales y sociales, y que lleva implícita un cierto grado de ansiedad y desánimo, la Guía de Recomendaciones en el paciente con ICTUS evidencia que la implicación conjunta del enfermo, el cuidador y el equipo asistencial, es el punto básico para una atención integral y la base para un futuro proyecto de educación para la salud. Ha aportado:
AL PACIENTE Y CUIDADOR:
1. Autonomía y seguridad.
2. Una interrelación activa con el equipo asistencial, para el abordaje de los problemas, con sus propias aportaciones de mejora.
AL EQUIPO:
A. Trabajo conjunto de varios profesionales: enfermeros, médicos, fisioterapeutas..., para un tratamiento global del paciente.
B. Sensibilización del propio equipo, fomentando la participación activa y reforzando su capacitación profesional.
El fin último de las recomendaciones no es sólo el mantenimiento de la vida, sino que ésta transcurra dentro de una calidad óptima, teniendo en cuenta el equilibrio preciso entre necesidades y recursos para ayudar al paciente con ICTUS a conseguir una mejor calidad de vida